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M, primera parte

Enero 4 del 2014


Pff!!! Esta experiencia ha estado mucho tiempo en mi mente y supongo que es tiempo de sacarla de ahí, aun que en realidad la intensidad de las emociones y los detalles no creo que sean los mejores por que ya pasaron 4 años y mi memoria no creo que sea tan buena.
Antes de empezar tendré que poner en contexto la situación. En Diciembre pasado el 5 para ser exactos en la noche mi novio con quien el 17 de ese mes cumpliría 12 años de relación, me envió un mensaje de texto justo antes de irme a dormir con una frase parecida a esto: “G, esto no está funcionando, me he dado cuenta que en realidad estamos mejor separados así que ahí muere” Supongo que por eso no había escrito nada de lo siguiente por que ese mensaje de texto y la siguiente llamada que yo hice a su teléfono para pedir una explicación no hace mucho dejaron de dolerme. En fin! Su excusa del momento fue que no teníamos nada en común (ajá! por eso habíamos estado juntos más de la mitad de nuestras vidas) y que ya no me quería, y pues uno no debe estar donde no lo quieren, pero debo decirles que en realidad soy una mujer con un razonamiento muy bueno y mi deducción también lo es, como dicen por ahí: uno no es pendeja, sólo se hace la pendeja. Total que sólo dos días le creí su excusa por que al tercero me enteré que llevaba 2 meses poniéndome el cuerno o siendo infiel por si no manejas idioma chilango. Como este relato no es de él voy a resumir mis estados de humor: primero me sentí salvajemente furiosa, pude entender claramente y con toda la lógica del mundo los crímenes de pasión, pero una vez que desencadené mi ira, se quedó dentro de mi una enorme tristeza, me sentía tremendamente sola y pude perfecta, clara y racionalmente entender el punto de los suicidas, de haber ido con un especialista me habría diagnosticado depresión clínica.
No salía de mi cama ni para comer, cuando comía lo hacía por que sabía que debía hacerlo pero en ningún momento recuerdo haber sentido la necesidad de comer, recuerdo que respirar me dolía, y ya sé que a lo mejor piensas que soy demasiado exagerada pero no, así lo viví; hoy en día me pregunto ¿cómo llegué a ese punto? pero en ese entonces mi única pregunta era ¿le soy indispensable al mundo? y mi respuesta era que no, estuviera yo o no, no habría ninguna diferencia en el planeta o al menos así lo pensaba hasta que mi mejor amiga sospechó algo y me hizo ver que para ella yo era muchísimo así que por ella y mi familia decidí pelear contra mi depresión, aun que siendo sincera era mucho más fácil dejarme llevar por ella.
Tan triste estaba que dejé de escuchar música, toda me hacía llorar. Pasaba horas tirada en el suelo mientras el mundo y sus habitantes seguían girando y seguían sus vidas. Hasta que un día mi mamá me dejó el coche con el pretexto de que fuera a comprar mis regalos de navidad. La puta Navidad! Ni siquiera se me había ocurrido que estábamos a días para la navidad! No habían pasado ni dos semanas y yo sentía que llevaba años así de triste, así de inútil. Vi en los ojos de mi madre que me imploraba dejarla ayudarme así que le dije que iría por los regalos más para complacerla a ella que por que en verdad quisiera ir, pero fue como el primer paso.
Me obligué ese día a levantarme de mi cama y tenderla, me obligué a bañarme minuciosamente y a conciencia, para saber que aún sentía mi piel. Me obligué a desayunar, me propuse aprender a cocinar y de esa manera me obligaba a practicar 3 veces al día y a comerme toda la ración para nutrirme, me obligué a vestirme y a verme de frente en el espejo. Cuánto había cambiado en 2-3 semanas! No había un solo pantalón que me quedara justo como antes, todos y cada uno de ellos me quedaba flojo, las playeras se me pegaban al cuerpo y pude ver mis huesos de las costillas y de las caderas sin ningún esfuerzo, pero no sólo eso, mi cara se alargó y se afinó, sabía que por ahí debía haber una sonrisa que no pude encontrar, mis ojos se veían aún más grandes, si eso era posible y se veían hinchados, sinceramente nunca creí que fuera físicamente posible llorar tanto.

En fin! Dije que lo haría por mi madre, así que me vestí decente, me peiné y perfumé, y tomé una bocanada de aire muy profundo antes de poner un pie fuera de mi casa, solo llevaba mis llaves y... continuará

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